Literatura senegalesa
Lluís Cànovas Martí  /  18.10.2004

La literatura senegalesa es la más importante del África francófona, donde la impronta colonial dejó una nutrida representación de escritores en lengua francesa, entre la que sobresale la figura de Léopold Sédar Senghor, quien ha sido reconocido como el más grande de los poetas africanos y fue el primer presidente que tuvo Senegal tras la independencia. Senegal cuenta, además, con un incipiente movimiento literario en lengua wolof, que es la mayoritaria de las seis lenguas autóctonas del país, y también se habla en Gambia, Mali y Mauritania, constituyendo en conjunto una comunidad lingüística de unos ocho millones de personas.
Las fuentes de la literatura contemporánea senegalesa en francés y wolof se encuentran en los griots, personajes populares que mediante la tradición oral mantuvieron durante siglos la memoria colectiva y fueron capaces de transmitir el acervo cultural de sus ancestros, en el que la narrativa ocupa un papel destacado.
A Shengor (en cuya obra destacan los poemarios Chants d'ombre, 1945; Éthiopiques, 1956, y Nocturnes, 1961, así como el ensayo Anthologie de la nouvelle poésie nègre et malgache de langue française, 1948) se debe la influencia del concepto de «negritud» entre los escritores africanos, que difundió desde París la revista L'Étudiant Noir (1932-1940), fundada con tres de sus compañeros de estudios caribeños: el martinico Aime Césaire, el haitiano Jacques Roumain y el guyanés León Damas. No menos importante en el despertar de esa primera conciencia africana fue también el ensayo Nations negres et culture (1954), de Cheikh Anta Diop.
El francés de los escritores senegaleses se modifica y recrea en un proceso de adaptación a las lenguas africanas de sus autores. Es apreciable en la obra de casi todos y son los más destacados Bakary Diallo (Force-Bonté, 1926), Birago Diop (Les contes d'Amadou Koumba, 1947; Leurres et lueurs, 1960; Contes et lavanes, 1963, y A rebrousse-temps. Mémoires II, 1982), Ousmane Socé (Karim, 1935; Mirages de Paris, 1937), Abdoulaye Sadji (Tounka, une légende de la mer, 1952; Maimouna, 1953, y Nini, moulâtresse du Sénégal, 1954), Ousmane Sembene (Les bouts de bois de Dieu, 1960; Xala, 1973), Lamine Diakhaté (La Joie d'un continent , 1954; Chalys d'Harlem, 1979), Cheikh Hamidou Kane (L'aventure ambiguë, 1961), Cheikh C. Sow (Cycle de sécheresse, 1983), Amadou Lamine Sall (Mante des aurores, 1979) y Boubacar Boris Diop (Le temps de Tamango, 1981; Les tambours de la mémoire, 1987, Gran premio de las letras de Senegal; Les traces de la meute, 1993; Poèmes et nouvelles du Sahel, 1998, y Murambi, le livre des ossements, 2000, sobre el genocidio ruandés).
Un fenómeno importante es el de la irrupción de mujeres escritoras: la poeta Annette Mbaye d'Erneville consiguió en 1964 el I Premio de poetas senegaleses en lengua francesa. En la década siguiente la feminización de la literatura se generalizaría: Aminata Sow Fall (Le revenant, 1976), Nafissatou Diallo (De Tilène au Plateau, 1975), Mariama Bâ (Une si longue lettre, 1980), Ken Bugul (Le baobab fou, 1982), Adja Ndeye Bouri Ndiaye (Collier de cheville, 1984), Catherine N'Diaye (Gens de sable, 1984).
La poesía en wolof tiene en Mussa Ká a su pionero, fallecido en 1964. El caso de Cherk Aliou Ndao, consagrado en francés (los poemarios Kairée, 1964, y Mogariennes, 1970, y las novelas Excellence, vos épouses, 1983, y Un bouquet d'épines pour elle, 1988), pero cuyas novelas Buur Tillen (1968) y Mbaam Dictateur (1997) se cuentan entre las más representativas de la literatura wolof, no es excepcional. Sucede igual con el señalado Boubacar Boris Diop y su novela Doom Golo (2003). Y con algunas de las novelas negras de Abasse Ndione, autor consagrado en francés por sus memorias, La vie en spirale (1988), ganadoras del premio Senghor. En una suerte de reconocimiento a esta literatura emergente, Ndesti doomi Aadama (2002), de Maam Daour Wade, fue distinguida ese año en Kinshasa con el premio Kadima concedido a la literatura escrita en lenguas del África central.

Lluís Cànovas Martí, «Literatura senegalesa»
Escrit per a Larousse 2000 (Actualización 2005), Spes Editorial, Barcelona, 2005